Convivir con una mascota tiene beneficios a todos los niveles para todo tipo de personas de todas las edades, pero en el caso de las personas de la tercera edad, estos beneficios se acentúan. A continuación te contamos todas las ventajas y beneficios de tener una mascota en la tercera edad.
Uno de los principales problemas que tienen las personas de la tercera edad es que muchas veces se sienten solas y desarrollan sentimientos de tristeza y de apatía al sentirse abandonadas y lejos del resto del mundo. Compartir la vida con una mascota es la mejor medicina para este tipo de problema. Las mascotas disminuyen la sensación de soledad en las personas mayores porque les permiten compartir todas las horas de su día. Los ancianos que conviven con mascotas se sienten más acompañados, consiguiendo vencer de manera sencilla y sin darse cuenta esos sentimientos de soledad que afectan a muchas personas cuando cumplen cierta edad y sus hijos ya no están en casa.
De hecho, si hablamos de mascotas como los perros, salir a la calle a pasearlos contribuye además a que los ancianos puedan socializar y relacionarse con mucha más gente, con lo que resulta más sencillo que dispongan de compañía dentro y fuera de casa.
Por si la primera ventaja no fuera suficiente, otro de los beneficios más interesantes de tener una mascota en la tercera edad para los ancianos es que les anima a moverse y realizar más actividad física. El tener un animal estimula la actividad física de los mayores, ya que, tener un compañero de vida animal, sobre todo si es un perro, hace que los mayores tengan que jugar con ellos todos los días y sacarlos a pasear. De esta forma, es importante tener en cuenta qué tipo de mascota cuadrará mejor con las capacidades y el estilo de vida de cada anciano para propiciar que ambos puedan convertirse en los mejores compañeros de vida. Por ejemplo, para los ancianos que no pueden moverse mucho, un perro tranquilo al que le guste la vida casera será la mejor alternativa, mientras aquellos con ganas de salir a pasear e incluso de hacer excursiones, disfrutarán al máximo con un perro muy activo.
Por otro lado, tal y como nos han explicado los expertos en residencias de ancianos en Valencia a los que hemos consultado, las mascotas son también el mejor medicamento contra la tristeza y contra la depresión, y es por este motivo que se suelen incluir en terapias en este tipo de centros para mayores.
Según los profesionales, convivir con una mascota reduce la típica sensación de depresión y tristeza que experimentan muchas personas mayores. Además, el cuidar de una mascota hace que los mayores vuelvan a sentirse útiles, porque muchas veces los ancianos se sienten poco valorados, apartados o poco necesarios. Como las mascotas requieren de muchos cuidados y atenciones, los mayores se sienten de nuevo importantes, y al mismo tiempo se sienten mejor y se cuidan a ellos mismos, al decir adiós a la tristeza y a la depresión.
Por otro lado, muchos ancianos se sienten estresados por diversos motivos. Con las mascotas este problema desaparece, ya que los animales ayudan a reducir el estrés a los mayores. Da igual cuál sea el estado de salud del anciano o el tipo de mascota de la que estemos hablando porque sin duda todas ellas presentan efectos positivos sobre el estrés de los dueños. Tanto ver nadar a los peces como escuchar ronronear al gato o cantar a los pájaros, son cosas que contribuyen a la sensación de bienestar de los mayores, haciendo que sus niveles de ansiedad y estrés bajen drásticamente.
Finalmente, por si todo esto nos ha parecido poco, también debemos tener en cuenta que las mascotas siempre velarán por la tranquilidad y seguridad de los mayores. De esta manera, si hablamos de personas mayores que tengan algún tipo de limitación en sus capacidades y tengan riesgos continuamente para los que sea fundamental garantizar su seguridad los animales adiestrados o entrenados serán de gran ayuda. Estos animales podrán dar señales de alerta ante determinadas situaciones para que los mayores no sufran accidentes ni tengan problemas e incluso podrán ayudarles a tratar enfermedades como la depresión o servirles de terapia y de acompañamiento en cualquier tipo de proceso de duelo y/o enfermedad.
Finalmente, pasamos a reseñar otras ventajas a nivel general de tener mascota o pasar algunas horas cada día con un animal para las personas de la tercera edad.
En primer lugar, las mascotas aportan diversión a los ancianos y les permiten mantener contacto físico y sentirse queridos. También permiten a los ancianos sacar su lado divertido, riéndose y pasándolo bien, con lo que les ayudan a mantenerse de mejor humor.
Sin duda las mascotas también mejoran la autoestima y la sociabilidad de los ancianos, sirven de alarma en caso de accidente y pueden ayudar a los mayores a desenvolverse de forma más segura.
Ayuda a los mayores a sentirse útiles y al mismo tiempo les permite recordar el pasado de forma positiva si ya han tenido mascotas antes, reforzando en gran medida los vínculos con otras personas del hogar.
A nivel de salud general, el tocar a una mascota aporta tranquilidad a los ancianos, ayudándoles a reducir su frecuencia cardíaca y su tensión. Del mismo modo, permiten reducir el uso de medicamentos, al tratarse de una terapia totalmente natural.
El compartir la vida con una mascota también ayuda a los mayores a reducir el insomnio y descansar mejor, aumentando en gran medida su apetito. Reduce el colesterol, disminuye el riesgo de enfermedades del corazón y es interesante para que las personas autistas o los ancianos que habían empezado a apartarse del mundo mejoren sus relaciones sociales.